¿Interpretar o traducir? No es lo mismo.

¿Has confundido alguna vez los términos traducción e interpretación? No te preocupes, es más común de lo que parece. Aunque ambas disciplinas están relacionadas con el lenguaje, sus funciones, contextos y metodologías son completamente distintas.

 Interpretación: el “en vivo” de los idiomas

Interpretar consiste en transmitir un mensaje oral de un idioma a otro en tiempo real. Imagina una conferencia internacional, una reunión con clientes extranjeros o una videollamada con participantes de distintas partes del mundo. En estos casos, el intérprete escucha atentamente lo que se dice y lo comunica de forma inmediata y precisa en otro idioma.

La interpretación no permite margen de error. Cada palabra cuenta, especialmente cuando se trata de temas sensibles o negociaciones importantes. Ya sea en seminarios, eventos corporativos o encuentros diplomáticos, la interpretación profesional garantiza que todos los participantes puedan comunicarse y entenderse sin barreras idiomáticas.

Traducción: precisión con tiempo a favor

Por otro lado, la traducción se aplica a textos escritos. El traductor dispone del tiempo necesario para analizar el contenido, investigar, editar y adaptar el mensaje con exactitud y coherencia. Este servicio es ideal para documentos, páginas web, manuales, contratos, correos corporativos, entre otros.

El objetivo de una buena traducción no es solo trasladar palabras de un idioma a otro, sino asegurar que el tono, la intención y el contexto se mantengan fieles al original. Es un proceso detallado y minucioso que exige tanto conocimiento lingüístico como comprensión cultural.

 ¿Por qué es importante diferenciarlos?

Contar con el servicio adecuado puede ahorrarte tiempo, dinero y evitar malentendidos críticos. Una interpretación incorrecta, por ejemplo durante una negociación, puede alterar por completo el mensaje y generar consecuencias indeseadas. De la misma forma, una traducción mal realizada puede afectar la imagen de tu marca, confundir al público o incluso generar problemas legales.

En ambos casos, la precisión, la experiencia y el conocimiento especializado del profesional marcan una diferencia fundamental.

 Entonces, ¿cuál necesitas?

Si necesitas comunicarte en tiempo real con personas que hablan otros idiomas —ya sea en una conferencia, reunión, evento o llamada—, el servicio indicado es la interpretación.

Si, en cambio, lo que necesitas es traducir un contenido escrito con atención al detalle, coherencia y fidelidad al mensaje original, entonces debes optar por la traducción.

 ¿Aún tienes dudas? En Linguando no solo te ayudamos a comprender la diferencia entre interpretación y traducción; también te orientamos.

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